¿Qué ocurre si la terapia de parejas no funciona? ¿Qué podemos hacer si la última esperanza para salvar una relación no es eficaz? ¿Puede darse esta situación? Son preguntas que se pueden hacer muchas personas en momentos en los que sienten que su relación con su pareja pasa por un momento difícil. 

Ya sabes que nuestra opinión sobre acudir a terapia de parejas: no debe ser la última opción. Al revés, habría que acudir ya en momentos en los que sentimos que las cosas se están torciendo. Aguardar hasta que la situación es insostenible no suele deparar buenos resultados. 

Además, queríamos incidir en una cosa. La afirmación «la terapia de parejas no funciona» es demasiado general y no refleja la realidad completa sobre la efectividad de la terapia de pareja. ¿Y si la solución para dos personas es efectivamente separarse? Se trata de una opción que nunca valoramos, pero que puede ser cierta. 

«Mi terapia de parejas no funciona». ¿Por qué puede ocurrir?

La eficacia de la terapia de pareja puede variar dependiendo de varios factores. Aquí hay algunos puntos importantes a considerar sobre la terapia de pareja:

  • Factores que influyen en la eficacia de la terapia de pareja. 
    • Motivación y compromiso de ambos miembros.
      Está comprobadísimo que la terapia tiende a ser más efectiva cuando ambos miembros de la pareja están comprometidos y dispuestos a trabajar en sus problemas. Sin un compromiso claro y serio para mejorar la relación, la terapia puede resultar menos efectiva.
    • Calidad del terapeuta.
      No se suele mencionar, pero es una realidad. No todos los especialistas son igual de buenos. La experiencia y la formación del terapeuta en terapia de pareja son cruciales. Un terapeuta con buena formación y experiencia en el tratamiento de problemas de pareja puede ofrecer estrategias y perspectivas más efectivas.
    • Naturaleza de los problemas de la relación.
      Las parejas con problemas más profundos o arraigados pueden necesitar más tiempo y esfuerzo para ver mejoras, mientras que las parejas con problemas más superficiales pueden ver resultados más rápidamente. Es por ello que las primeras pueden llegar a pensar que la terapia de parejas no funciona, cuando lo único que ocurre es que el progreso es más lento y los resultados van apareciendo más poco a poco.
      Además, factores como el abuso, las adicciones o problemas de salud mental individuales pueden complicar el proceso y requieren abordajes específicos y, a veces, adicionales.
    • Expectativas realistas.
      Es importante tener expectativas realistas sobre el tiempo que puede llevar ver mejoras significativas. La terapia no siempre proporciona soluciones rápidas. De hecho, su principal función es la de proporcionar herramientas y estrategias, pero el éxito a largo plazo a menudo depende del trabajo continuo fuera de las sesiones terapéuticas.

Un aspecto importante que queríamos destacar antes de terminar es que, a veces, uno o ambos miembros de la pareja no están completamente comprometidos con el proceso terapéutico, lo que puede limitar la eficacia de la terapia. Del mismo modo, algunas parejas pueden tener problemas que no se pueden resolver fácilmente o en absoluto, como diferencias fundamentales en valores o metas de vida, que pueden llevar a la conclusión de que la terapia no funciona.

La terapia puede ser muy efectiva para muchas parejas, pero no es una solución mágica y requiere el esfuerzo y la participación activa de ambos miembros de la pareja, un terapeuta adecuado y expectativas realistas. Si una pareja encuentra que la terapia no está funcionando, puede ser útil considerar diferentes enfoques terapéuticos, evaluar el compromiso con el proceso y, en algunos casos, buscar un nuevo terapeuta con una metodología diferente.