Llegan las vacaciones y nos presionamos para llegar a todo y no perdernos nada. Hoy te explicamos cómo cuidar tu salud mental en vacaciones.
Como ya sabes, durante estos periodos se produce la mayor parte de las rupturas de pareja. En lugar de descansar, cuidarnos y concedernos tiempo para nosotros mismos, tendemos a llenar las vacaciones de planes y prisas. Y no, la prisa nunca es beneficiosa.
¿Cómo podemos cuidar la salud mental en vacaciones?
El tiempo de descanso, en teoría, sirve para relajarse, desconectar del trabajo, disfrutar, pero también supone un desafío para nuestro bienestar mental.
Volver a la rutina renovados y con energía pasa por descansar y cuidar nuestra salud, tanto física como mental, durante las vacaciones. En el artículo de hoy queremos proporcionarte una serie de estrategias que te ayuden a disfrutar plenamente de este tiempo.
El equilibrio es básico para el bienestar, así que ni vamos a privarnos ni vamos a excedernos: vamos a cuidarnos.
Estrategias para unas vacaciones sanas mentalmente
Lo primero que podemos recomendarte es que digas que no a algún plan. No es necesario estar en todo, hay que ser realistas:
- Planifica tus vacaciones sin sobrecargar el itinerario.
- Emplea tiempo en descansar y en planes espontáneos.
- Establece prioridades y elige aquello que más te apetece hacer.
Las vacaciones son el momento perfecto para la conexión social y la desconexión digital:
- Fortalece tus relaciones, pasa tiempo con familiares y amigos.
- Aprovecha para conocer nuevas personas, viaja en grupo, crea conexiones significativas.
- Limita el uso de dispositivos: prohibido leer correos y mensajes del trabajo, es momento de parar.
- Desconecta de tus redes sociales o limita el tiempo que pasas en ellas.
El ser humano está hecho para pasar tiempo en la naturaleza, que es de donde procede. Si durante el resto del año no tienes tiempo de conectar con ella, las vacaciones son el momento ideal:
- Pasa tiempo al aire libre: pasea, haz deporte, ve a la playa, a la montaña…
- Disfruta de la naturaleza y los paisajes de manera calmada, deteniéndote en el momento presente.
- Dedica tiempo a actividades que te relajen y puedas practicar al aire libre como pintar, leer, escuchar música, etc.
Estos puntos van muy relacionados con el siguiente, enfocado especialmente en la salud mental en las vacaciones:
- Practica técnicas de relajación, medita, haz yoga.
- La respiración ayuda a la desconexión, la concentración en lo importante y la relajación para descansar y dormir mejor.
- El sueño reparador es fundamental para mantener la salud mental.
Busca apoyo y comunica tus necesidades antes de que todo explote. Guardar cómo te sientes y no expresarlo es contraproducente:
- Puedes llevar un diario de vacaciones que te ayude a procesar tus emociones. Escribir a mano es un ejercicio muy positivo.
- Si pasas las vacaciones con otras personas, comunica tus necesidades, explícales cómo te sientes, qué quieres, qué te ha sentado mal.
- Sé realista y acepta que las vacaciones no son perfectas. Ni las tuyas, ni las de nadie. Lo que vemos en las redes sociales tan solo es una fotografía en comparación con la inmensidad del universo y todo lo que ocurre en él.
- Mantén una actitud positiva y flexible ante los inconvenientes. Si practicas deporte, te alimentas adecuadamente, duermes bien y meditas, tu cuerpo y tu mente estarán mejor preparados para recibir cambios.
- Si a pesar de todo las vacaciones son una fuente de estrés demasiado alta, busca ayuda psicológica profesional. Son un momento para disfrutar, no para sufrir.
Claves para la vuelta a la rutina
Sabemos que después de un tiempo de desconexión, es complicado volver a la rutina. Una de las mejores recomendaciones que podemos hacerte es que procures mantener cierto ritmo durante las vacaciones. De esta forma, te costará mucho menos volver a la vida diaria habitual.
- Si te has ido fuera, has estado en una segunda residencia o desconectado tanto en tu propia casa como si te hubieras ido, planifica el regreso.
- Prepárate mentalmente para la vuelta a la rutina.
- Si puedes, reserva unos días previos para transicionar hacia tus responsabilidades habituales.
- Si durante las vacaciones te has cuidado y relajado, intenta mantener esas buenas prácticas en tu vida cotidiana. Cuidar de tu salud mental en vacaciones puede ser más fácil que cuando las prisas diarias nos persiguen, pero merece la pena intentarlo.