
Acudir al dentista no suele gustar a nadie, incluso, tampoco a aquellas personas para las que no supone una experiencia traumática. Hay que ser sinceros y decir que no es agradable que te anden en la boca, sea lo que sea que te estén haciendo en la clínica dental. Endodoncia, ortodoncia, implantes o limpieza dental son algunos de los tratamientos más habituales, pero la realidad es que no suenan bien. Sin embargo, ir a la clínica dental es lo mejor que puedes hacer para mantener una salud bucodental plena. No puede ser que el miedo al dentista te haga descuidar la boca. Es clave que esté sana para que el organismo no sufra otros problemas. Toma nota de estos consejos para superar el pánico al dentista. ¡Te vendrán genial!
¡Ya puedes dejar atrás el miedo al dentista!
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Vete frecuentemente
Parece contradictoria que te digan que tienes que acudir al especialista con frecuencia, cuando tienes miedo al dentista, pero es la realidad. Si te acostumbras a pasar revisiones y a hacer las limpiezas pertinentes, todo te resultará más fácil. Al final, a fuerza de ir yendo te irás acostumbrando y comprobarás de primera mano que no es una experiencia tan desagradable como algunos te han contado. Además, como vas a poder ver la eficacia de los tratamientos, el ver que es necesario y una buena noticia para ti te irá animando a seguir yendo a tu clínica de confianza. Todo lo que estamos contando es una forma de enfrentarse a un miedo de la forma más contundente posible. Si logras hacer esto, aunque el comienzo lo pases mal, no tendrás ningún problema en el futuro.
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Acude acompañado
El miedo al dentista se puede hacer mayor, cuando uno va solo a la consulta. Hay más tiempo para dar vueltas a la cabeza y no tienes a nadie conocido con quien compartir experiencias en esos momentos de nerviosismo. Por eso, una muy buena idea es ir con alguien las primeras veces. Eso sí, tienes que acertar al elegir la compañía. ¿A qué nos referimos? A no ir con alguien que haga que tus nervios vayan a más. Tiene que ser una persona que tenga la capacidad de escucharte, comprenderte y distraerte. Si, además, logra sacarte una sonrisa en esos instantes previos al paso hacia la consulta, mucho mejor. Lo que no debes hacer en ningún caso es ir acompañado de alguien que no te aporte o que el dentista le suponga la misma inquietud que a ti. Si es así, lo pasarás muy mal y tampoco será fácil para el profesional poder llevar su trabajo a cabo.
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Lleva entretenimiento
Aunque no es lo ideal, lo cierto es que existe, en general, bastante retraso en las clínicas dentales a la hora de pasar a los pacientes a consulta. Todo ese tiempo que pasas en la sala de espera se puede hacer realmente largo, si encima no dispones de algo que te haga entretenerte. Ahora mismo tienes una cantidad de opciones para poder pasar un rato divertido hasta que te llamen para entrar. Ten en cuenta que dispones de un teléfono móvil. En el celular puedes descargar todo tiempo de juegos o puedes escuchar música. Ya son dos alternativas bastante fiables. También creemos conveniente recomendarte un libro. La lectura es una de las aficiones más sanas y los minutos previos al dentista puedes aprovecharlos para disfrutar de ella. Un buen libro es una gran idea y te puede ayudar mucho para hacer bajar esos momentos de estrés.
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Relájate
Es conveniente que hagas todo lo posible para entrar relajado al dentista. Sabemos que no es fácil, pero vamos a decirte un par de técnicas que te pueden sentar muy bien. La primera tiene que ver con la respiración. Tienes que coger aire por la nariz durante tres o cuatros segundos y expulsarlo por la boca durante el mismo tiempo. Haz varias series de diez repeticiones y verás como tus pulsaciones comienzan a bajar de manera sensible. Estás más tranquilo. Otra opción es hacer algunos estiramientos. Los grupos musculares se relajarán y te notarás mucho más suelto y menos agarrotado.
¡El dentista te espera!